Charlie Hebdo y la laxitud occidental

Quiero comenzar este pensamiento en voz alta expresando mi repulsa más absoluta al asesinato ocurrido en Francia a manos de ¿islamistas radicales? en el semanario satírico Charlie Hebdo. Lo cierto es que otorgar a estos criminales el calificativo de “creyentes” de algún pensamiento (cualquiera) trascendente me parece hasta abyecto.

Reproduzco el principio del texto de un artículo del Blog ”acapulco70”, con el título: Islam 101, con el que coincido, en cuanto a lo que muchos piensan que es el Islam:

En febrero de 1993 un coche bomba detonó en el estacionamiento de las Torres Gemelas. 606 kilos de nitrato de urea en una furgoneta Ford Econoline de color amarillo. La intención era tirar abajo la Torre Norte para que cayera sobre la Torre Sur. Dos pájaros de un tiro.

El 11 de septiembre no fue el primer ataque terrorista a las Torres Gemelas aunque sí fue el primero en cumplir su cometido. Del ataque de febrero de 1993 lo que quedó fue un cráter de 60 metros de profundidad en el estacionamiento, seis muertos, y más de mil heridos.

El FBI logró arrestar a cuatro de los terroristas a los pocos días del atentado, pero el que lo planificó todo, Ramzi Yousef, logró escapar a Pakistán con un pasaporte falso y le perdieron la pista.

Dos años después, en 1995 Yousef reapareció en Las Filipinas con un plan para detonar una docena de aviones americanos. Mientras mezclaba los explosivos en la cocina de su apartamento en Manila, tuvo un accidente, el apartamento se incendió y tuvo que huir.

La policía encontró un ordenador en el apartamento con todo tipo de información acerca de Yousef y su vida en Manila. Tenía una novia filipina, salía a beber por las noches, y visitaba con asiduidad un club de strippers, en pocas palabras: no parecía un hombre religioso. Con la información que encontraron pudieron capturarlo en Islamabad.

Antes del juicio le hicieron una entrevista en la que le preguntaron por qué había planificado los atentados si su comportamiento era el de cualquier hombre occidental. Yousef respondió: He hecho tantas cosas malas en mi vida que lo único que podría hacer en este momento para redimirme ante Dios es ir a Israel a matar judíos.


Lo que sorprende de su respuesta es lo diferente que puede ser la moral de una persona a la de otra. Para Yousef matar no forma parte de la categoría cosas malas que he hecho en mi vida, sino que pertenece a la categoría de lo bueno, de aquello que me redime.

Lo que no queda claro al leer esa entrevista es si esa idea es algo personal que se le ocurrió a él, si es la ideología de un grupo minoritario de musulmanes fanáticos, o si es algo propio del islam, algo que sacó directamente de las enseñanzas de Mahoma y del Qur’an”

Después de leer la totalidad del texto de este artículo, y de sopesar todos sus razonamientos, uno se da cuenta que lo hasta hoy conocido sobre el islam, lo que uno pensaba, desde el más absoluto desconocimiento, sobre la población musulmana que nos rodea…, puede llegar a resultar hasta peligroso.

Esta cultura occidental, desde su posición de ¿primer mundo?, desde su supuesta riqueza, comparada, por supuesto, con la situación de otros muchos países musulmanes, pero también imbuida del cristianismo histórico que nos precede, nos sitúa de natural en nuestro ADN esta necesidad:

Levítico 19:34 “Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios”, o Deuteronomio 27:19 “Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén” o el pasaje de Elías y la viuda de Sarepta, en 1ª de Reyes 17:8/16, en Hebreos 13:2 “No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”

Y muchos textos más que podría citar de nuestra Sagrada Escritura, ponen de manifiesto la importancia de la hospitalidad en las culturas que han dado lugar a nuestra Biblia, la judeo-cristiana, en un contexto en el que los recursos eran limitados, donde las personas debían depender unas de otras para las necesidades de la vida (principalmente cuando viajaban), la hospitalidad y la acogida del extranjero eran esenciales en la relación humana. Así que numerosos relatos bíblicos lo ponen de relieve.

No quiero negar lo anterior, es más lo corroboro como parte de mi vida, de mi pensamiento, de mi ADN, pero también me hace pensar, si en determinadas circunstancias hemos ido demasiado lejos.
“Antes de partir le dijo a Putin que quería comprar una gran parcela y edificar, con dinero totalmente árabe, una gran mezquita en la capital rusa. 

"No hay problema", le contestó el ruso, "pero con una condición: que autorice a que se construya también en su capital árabe una gran iglesia ortodoxa" 

“No puede ser" dijo el árabe. 

"¿Por qué? preguntó Putin. 

"Porque su religión no es la verdadera y no podemos dejar que los infieles engañen al pueblo". 
"Yo pienso igual de su religión y sin embargo permitiría edificar su templo si hubiera correspondencia, así que hemos terminado el tema" 

El 4 de agosto de 2013 el líder ruso, Vladimir Putin, se dirigió al parlamento de su país con este discurso acerca de las tensiones con las minorías étnicas:  "En Rusia vivid como rusos! Cualquier minoría, de cualquier parte, que quiera vivir en Rusia, trabajar y comer en Rusia, debe hablar ruso y debe respetar las leyes rusas. Si ellos prefieren la Ley Sharia y vivir una vida de musulmanes les aconsejamos que se vayan a aquellos lugares donde esa sea la ley del Estado...Rusia no necesita minorías musulmanas, esas minorías necesitan a Rusia y no les garantizamos privilegios especiales ni tratamos de cambiar nuestras leyes adaptándolas a sus deseos. No importa lo alto que exclamen "discriminación", no toleraremos faltas de respeto hacia nuestra cultura rusa. Debemos aprender mucho de los suicidios de América, Inglaterra, Holanda, Francia, etc. si queremos sobrevivir como nación. 

Los musulmanes están venciendo en esos países y no lo lograrán en Rusia. Las tradiciones y costumbres rusas no son compatibles con la falta de cultura y formas primitivas de la Ley Sharia y de los musulmanes. Cuando este honorable cuerpo legislativo piense crear nuevas leyes, deberá tener en mente primero el interés nacional ruso, observando que las minorías musulmanas no son rusas." 

Los miembros del Parlamento Ruso puestos en pie ovacionaron a Putin durante cinco minutos”

¿Nos estaremos equivocando en la manera en la que aplicamos nuestra hospitalidad?


Por otro lado, y no menos importante, en estos momentos de dolor, en las que se ha asesinado a personas, parte de la Creación de Dios, y se ha “ametrallado” uno de Sus Mandamientos, el de “No matarás”, ahora resulta que: “Je suis Charlie Hebdo” o “Nós somos Charlie Hebdo”, “Todos somos Charlie Hebdo” sin pararnos siquiera a una mínima reflexión al respecto, haciendo uso del “aborregamiento” generalizado de esta, nuestra laxa sociedad.

“Yo soy Charlie Hebdo” en cuanto a la barbarie cometida, al asesinato…, fundamentalmente porque Dios así me lo exige, y mi fe y mi humanismo a través de ella, y mis expectativas cristianas, están por encima de todo lo demás, pero “Yo no soy Charlie Hebdo” en cuanto a lo que sus publicaciones exponen.

La satírica, la burla, la risa fácil de lo que es o lo que piensa otro, es
otra forma de fanatismo que puede llegar a convertirse en algo de la misma magnitud que lo que se critica, provocando a sensibilidades o ideologías de “gatillo fácil”.


Yo no estoy a favor del terror, del asesinato, de la maldad en general, pero tampoco estoy a favor de quienes a través de unos u otros medios, y sobre todo para ganar dinero, lo provocan, sustentándose en el derecho a la información que les otorga esta sociedad en libertad, y que ellos convierten en una herramienta, para algunos o muchos, en difamación y escarnio.

Mi obligación es dar cobijo al extranjero, si, pero dudo mucho que Elías impusiera sus ideas o sus leyes a la viuda de Sarepta, y mucho menos que la viuda lo dejara hacer. Más bien entiendo que en ese pasaje se relata una escena de cordialidad y ayuda mutua.

Así me veo yo, practicando el antiguo refrán de: “Donde fueres haz lo que vieres, y de puertas para adentro lo que pensares”

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