Somos cristianos reformados

Predicación de José David Amado, del 9 de nocviembre de 2014 en la Iglesia de San Basilio de Sevilla. 

LECTURAS:   Levítico 26: 1/16      Colosenses 2: 1/19     Gálatas 3: 1/15

Hace tiempo que quería dirigirme a vosotros para hablar un poco sobre lo que significa ser una mujer o un hombre “Cristiano Reformado”, y aunque Martín Lutero tuvo mucha influencia de Jan Huss (100 años antes), y quien a su vez, tuvo influencia de John Wyclif...,  la aportación de Lutero a la Reforma fue fundamental.

Aprovecho que solo hace unos días que se han celebrado los 497 años desde que este fraile agustino, Martín Lutero, protestó sobre la forma que se estaba aplicando el cristianismo por la iglesia de la época, clavando sus famosas 95 tesis en las puertas de la Iglesia de Wittenberg en Alemania. Aprovecho pues la oportunidad y me pongo a ello.

Iglesia Española Reformada Episcopal. Así es como se llama nuestra Iglesia. Y hoy quiero hacer énfasis en el significado de la palabra: “Reformada”

Somos también católicos, como recitamos en nuestro Credo, porque la palabra griega Katholikós” significa “Universal”

Nos puede sonar mejor o peor. Si es “peor” es porque una de las ramas del cristianismo actual, la Iglesia Romana, la siguió utilizando después del Cisma de 1517, pero en honor a la verdad, nos guste o no, todos los cristianos de hoy procedemos de esa antigua iglesia cristiana Católica, desde el siglo I hasta principios del siglo XVI. La misma Iglesia que procedía de Pablo o Pedro, y los demás discípulos.


Fue a raíz de lo que hemos leído en Levítico: “No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella; porque yo soy Jehová vuestro Dios” “Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto” que un hombre como Martín Lutero clavara las 95 tesis en la puerta de la Iglesia de  Wittenberg como protesta ante lo que la iglesia estaba promoviendo para beneficio propio:

  • La idolatría.
  • Las indulgencias.
  • Las bulas papales.
  • La política corrupta.
  • Abusos contra el pueblo…
En definitiva, como se dice en Levítico: “No estaban andando en los decretos de Dios”

  • Ver el vídeo “Lutero y las indulgencias”, a continuación, procedente de la película “Lutero”, en el que se expone esto:

Bien, hemos visto como la Iglesia estaba corrompida, y personas como Lutero no podían comprender como se había llegado a tal situación, provocando con la incomprensión que esto le suponía, un movimiento en contra de esas prácticas, al cual, y a partir de la protesta de Lutero, se les llamó “los Protestantes”

Gran parte de este proceder se debía a que lo fieles no podían leer la Santa Palabra, y si lo pudieran hacer, en algún momento, la inmensa mayoria desconocía el latín, o simplemente no sabían leer.

Este nuevo sentir cristiano, promovido finalmente por Lutero, llevó como lema pentagonal tal y como han llegado a nuestros días, las frases que definen la nueva pureza de la Fe, o en su defecto, el volver a las enseñanzas primitivas que salieron por boca del mismo Jesús y de Sus discípulos:

  • “Sola Scriptura” (Solo por medio de la Escritura), no existen decretos humanos, solo la Escritura es nuestra Ley.
  • “Sola Fide” (Solo por la fe, Dios salva), no hay salvación a través de las imágenes, de las bulas, de las indulgencias. La Salvación que nos regala Dios es solo por Fe.
  • “Sola Gratia” (Solo por la Gracia), “Y no por obras, para que nadie se gloríe” Solo por la Gracia de Dios somos libres de pecado.
  • Solus Christus” (Solo a través de Cristo), no hay ningún otro mediador. Solo Cristo.
  • “Soli Deo Gloria” (Solo la Gloria para Dios), y a Él sea toda la Gloria por los siglos de los siglos.
Esta semilla sembrada por Lutero fue germinando por toda Europa y el resto del mundo, durante los siguientes cinco siglos, hasta el día de hoy, y provocando que la hegemonía de la iglesia corrupta fuera mermando. Esto también provocó que esa iglesia hasta entonces dominante, se replanteara en el futuro su propia razón de ser y existir, por ejemplo, en la segunda mitad del siglo XIX (1869), el Concilio Vaticano I, convocado por Pío IX, y en el pasado siglo XX (1962), el Concilio Vaticano II.

En España, como la definió Franco: “La reserva espiritual de Europa”, tuvieron que pasar tres siglos, hasta que en 1881, un clérigo, también de la Iglesia Romana, Juan Bautista Cabrera e Ivars, decidiera dar el paso para la fundación de nuestra iglesia, como respuesta también a los desmanes y arbitrariedades de la iglesia española de aquella época.

Podríamos decir que Juan Bautista Cabrera, acompañado de otros, fuera el “Lutero español” que revulsionó el mapa religioso en España, haciendo suyo el lema protestante europeo: “Sola Scriptura” “Sola Fide” “Sola Gratia” “Solus Christus” “Soli Deo Gloria”

La Reforma no inventó el espíritu protestante, no, el efecto de la Reforma provocó a sus seguidores a recuperar el espíritu perdido en quince siglos, volviendo a las raíces del cristianismo. Así la Iglesia de Dios, procedente de la Reforma, a partir de ese instante, acude al espíritu del protestantismo, que es el natural al cristianismo inicial.

Lutero no inventó nada, solo denunció lo que estaba en contra de las palabras de Jesús, y que Él mismo pronunció frente a los fariseos, frente a los saduceos, frente a las instituciones judías y romanas, que hacía de la religión una forma tan cerrada, tan inaccesible, para muchos que estaban en búsqueda, y para otros sin conocimientos, minusvalías... -para hombres y mujeres, niños, ancianos enfermos…-, demostrando que toda persona puede liberarse de las ataduras eclesiásticas que les impiden avanzar en la fe.

Es por lo tanto un llamamiento para que todo cristiano obedezca también a su conciencia.

Hasta aquí nuestra iglesia, la IERE, se ha mantenido firme en estos principios reformados que nos han dado solidez y diferenciación. Principios que fueron abrazados por Cabrera, y por tantos otros.
A partir de ahora nosotros, en el presente 2014, seguimos siendo herederos de esta preciosa tradición,  por lo cual debemos plantearnos nuestro futuro en base a los siguientes aspectos:

“Sola Scriptura” Dice Lutero: Los papas, los concilios, no tienen autoridad, si no se basan en la Palabra de Dios

Reducir nuestro personal encuentro con Dios a una charla o estudio los martes, o a una predicación más o menos buena los domingos, escuchando a cierta persona exponiendo sus ideas, su convicción en cuanto a “SU Dios”…, hace que nos encontraremos al final con que no estamos encontrando a Dios al completo.

Debemos de ser conscientes que un predicador, yo, que estoy publicando esta meditación, solo puedo comunicar mis propias experiencias, y con ello solo el porcentaje de fe, de conocimientos, que hasta el momento poseo.

Dios solo se encuentra al completo en Las Escrituras, y a través de nuestras experiencias con Él, nuestros testimonios personales, podemos encontrar a Dios al completo.

Como decíamos antes, debido a esa deficiencia de conocimientos, en muchas ocasiones pretendemos encontrar a Dios en una predicación, pero en realidad lo que encontraremos, lo que marca la diferencia emocional, comunicativa, es realmente la oratoria empleada por la persona o el hermano de turno, y cierta psicología empleada para animarnos a que en Dios podremos conseguir tal o cual pretensión, tal o cual necesidad.

Por lo tanto, si llegamos a comprender esto, y confrontamos nuestra experiencia con la Palabra de Dios, esta se debe leer de una forma constante y continua, desde principio hasta el fin. No debemos ser un lector picaflor, tomando versículos de aquí o de allá, pasando del Antiguo al Nuevo Testamento. Esa no es la manera de leer un libro. Comenzaremos siempre el libro desde el capítulo 1 hasta el final.

En este sentido, Pablo dice que: “no os he enseñado nada que no sea la Sola Escritura”, pero debemos añadir aquí, que, “toda la Escritura”. No este trozo si, o el otro no, o este capítulo no cuadra con mis expectativas, y este si. “Toda la Escritura”

Si una congregación no ha leído, no ha escudriñado la Biblia, el predicador de turno puede enseñar lo que le de la gana, y eso hermanos ha pasado con más frecuencia de lo que creemos, y si esa congregación no tiene conocimientos para poder medir lo que están escuchando, al final van a aplicar a sus vidas solo lo que han recibido del predicador, y no la “VERDAD” que comunica La Escritura.

Debemos siempre recordar la frase “examinadlo todo y retened lo bueno”, así que si solo escuchamos a tal o cual persona o hermano sin comparar con la Escritura, esa actitud no es sana.
“Sola Fide”  y “Sola Gratia” La justificación no es por obras, es solo por Fe y por la Gracia de Dios,

Hace años, en una declaración de una iglesia Católico-Romana de Latinoamérica se decía que ellos llevaban muchos años luchando contra las indulgencias y contra los supuestos favores de tal o cual imagen, que eran representadas por vírgenes o santos/as, y que se alegraban que por fin estuvieran teniendo éxito de que este mal fuera desarraigado definitivamente de su iglesia.

Nos alegramos por ello, pero hermanos, podemos apreciar que ahora este mal se está dando en algunas iglesias llamadas protestantes, que casi obligan a esas personas no formadas bíblicamente a dar ofrendas para que se multipliquen las bendiciones para ellos y para sus hogares. Me refiero expresamente a esos tele-predicadores que abundan por América, y en cierto sentido en algunas iglesias europeas, que predican sobre la Teología de la Prosperidad: “Cuanto más des a la ¿Obra?, más bendiciones te caerán de lo alto”

Nosotros aquí nos preguntamos, ¿a qué obra se refieren?, ¿a la de Dios, o más bien a la suya propia? ¿Si realmente están pretendiendo dar alguna “Prosperidad”, o si  lo que están vendiendo son indulgencias? No se puede comprar el favor de Dios con dinero.
Tengamos pues mucho cuidado en el futuro, con que esas formas de predicación no nos alteren ni corrompan.

  • Ver ahora el otro vídeo “Telepredicadores” que seguro que habéis visto en algunas ocasiones:

¿Qué es lo que se está predicando con el nombre de “Protestantes”? ¿Qué es lo que se está entregando en nombre de una Iglesia-Evangelio? ¿Es realmente una penitencia?
Para lograr el favor de Dios, la Gracia de Dios, primero tienes que hacer algo, entregar dinero, posesiones, lo más preciado de la vida…,

Y lo que debemos saber, lo que se debe predicar es que en realidad el que ha dado primero ha sido Cristo, que ya se dio a si mismo.

Dios ya dio a su Hijo Unigénito, Él es solo el “Dador”

Lo que también nos dice Pablo en 2ª de Corintios 9:7, es que “Dios ama al dador alegre”, pero eso no significa que demos para esperar una recompensa, o algo a cambio. Si Dios en su misericordia quiere recompensarnos en algún área de nuestra vida, es Su Voluntad, no la nuestra.

Algunas iglesias Protestantes o Evangélicas, con el pasar de los siglos, han caído en un reduccionismo y un fundamentalismo, a veces extremo. Por ejemplo, el no fumar. Yo ahora hermanos, por mi enfermedad, estoy en el proceso de dejar de fumar, pero antes lo he sido, y he sufrido el que se me diga que soy un inconverso. Y por supuesto no debemos justificar el fumar, pero no debemos de dejarnos caer en el legalismo, en la imposición de tal o cual forma de pensar o creer. O por ejemplo bailar sevillanas u otras formas de expresión corporal, porque eso pueda llevar al adulterio o la fornicación, o por la forma de vestir, si vamos con traje y corbata, se nos puede reconocer como verdaderos creyentes, pero si nos encontramos en la iglesia a alguien mal vestido o sucio, pensamos inmediatamente, “A este hay que evangelizarlo” y no nos damos cuenta que estamos juzgando solo por la apariencia, solo por lo externo, solo por las formas…

Nuestro Señor Jesús, seguro que no reconocería a este “Jesús domesticado” y fabricado para nuestro propio uso y control.

Lutero dijo: “Ahora todas las personas tienen acceso a la Escritura, por lo tanto tienen acceso a Dios”

Así que hermanos, no tenemos que estar mediatizados por ningún predicador, o por cualquier iluminado que se nos presente, o alguien que ore por nosotros, o que nos cobre dinero por hacerlo, o que nos ofrezca un profecía o una revelación especial, llamándose a si mismos Patriarcas, Apóstoles o Profetas, delegando en ellos poder, casi supremo, en contra de lo que Lutero y muchos han luchado. Siempre, todo lo que escuchemos debe ser refutado por la Santa Palabra.

Porque si esto no es así, puede generar, y de hecho lo hace, que los seguidores de estas personas tengan que llegar a Dios a través de estos líderes, así que otra vez estamos nuevamente llegando al oscurantismo del siglo XVI, y convirtiéndolos en los nuevos mediadores entre Dios y ellos.

Por eso, en Cristo Jesús todos fuimos hechos Sacerdotes universales, porque todos y cada uno de nosotros tenemos acceso directo a Dios, y solo podemos tener un solo mediador, que es Solus Christus”

La Iglesia se debe convertir en un movimiento alternativo, en algo importante que pueda decir, opinar…, en cuanto a lo social, en lo político, en lo humano y para lo ecológico…,

Volvemos a necesitar, hermanos, el vivo testimonio de la Reforma, “La Sola Escriptura” pero también “Toda la Escritura” “Solo la Gracia de Dios” “Solo la fe” pero esa fe que actúa, libertad en Cristo, pero no libertinaje, sacerdocio de todos los creyentes frente al clericalismo institucionalizado, y constante rectificación de la ruta, del pensamiento iniciado, todo esto sería un principio, un nuevo camino en el cual todos, protestantes, evangélicos y católicos, deberían comenzar a andar, y así todos juntos nuevamente, como en tiempos de Jesús, podríamos decir: “Soli Deo Gloria”

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