Reduccionismo consciente

El pasado 22 de febrero se celebró en la Catedral del Redentor de Madrid, dentro de un encuentro ecuménico, un solemne Te Deum, oficiado por representantes de la Iglesia Católica Romana, del Arzobispo de Canterbury y por nuestro Obispo Rvdmo. Carlos López Lozano, en el que se ha refrendado el reconocimiento común de bautismo, largamente esperado (casi treinta años). Sobre este particular, la Oficina de Prensa de la IERE, ha enviado una nota de prensa a distintas agencias de noticias relatando este hecho, de la se han hecho eco muchas de ellas. En este sentido, y bajo el título: La IERE reconoce el bautismo católico, la revista “Protestante Digital” pretende en un principio, mantener un tono cuasi indiferente ante la noticia, haciendo un uso reducido de la nota de prensa enviada; pero acto seguido hace la siguiente observación:

“¿UN RECONOCIMIENTO CONFLICTIVO?
El bautismo católico es una de las grandes diferencias que reflejan el distanciamiento enorme entre la Iglesia asentada en el Vaticano y la surgida de los principios de la Reforma en su vuelta a una genuina fe bíblica. De hecho, cuando una persona abraza la fe evangélica o protestante es usualmente bautizada (se entiende que por primera vez), ya que el bautismo católico se considera un formalismo externo que de nada sirve ni nada significa para la fe cristiana desde la perspectiva bíblica.

Este reconocimiento mutuo de los bautismos, supone que la IERE sí lo acepta. Sin duda abre un interrogante ante el hecho de que la IERE es miembro en España de la FEREDE (Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España), interlocutor legal ante el Estado español, y que como su nombre indica es de principios teológicos protestantes.”

Nuevamente, ante un hecho protagonizado por la Iglesia Española Reformada Episcopal (Comunión Anglicana) se levantan voces contrarias desde la redacción de la citada revista, que en sí no es nada negativo ni lo contrario, ya que dentro del protestantismo hay diversas formas de ver las cosas y distintas costumbres que aplican las distintas iglesias, hasta ahí todo entendido y asumido. El lado negativo aparece cuando esas “voces contrarias” esgrimen falsedades, parcialidades, o cuanto menos inexactitudes y manipulaciones, sin duda tendenciosas, y encaminadas al descrédito de una de las iglesias protestantes más antiguas de España, y que más ha sufrido históricamente por la predicación de la Palabra de Dios.

Nunca, como afirma la redacción de Protestante Digital, el distanciamiento entre la ICR y las distintas iglesias protestantes, ha sido causado, entre otros, por el bautismo. Si bien es cierto que la Iglesia de Roma ha considerado el bautismo como un acto en el que se redime el “pecado original” y algunas de las iglesias protestantes como el “nuevo nacimiento espiritual”, también lo es que tanto en una como en otra, el bautismo en si mismo no tiene valor alguno, si no va acompañado de una fe sincera. ¿Cuántos ejemplos hay en la historia de bautizados que han renegado finalmente de Dios, dejando así sin valor el hecho de su bautismo? Por otro lado en ninguna de las noventa y cinco tesis de Lutero, origen de la separación de Roma, habla, ni siquiera de pasada sobre el bautismo romano, y menos sobre otro tipo de bautismo deseado.

Continúa el escritor diciendo que la norma de las iglesias evangélicas o protestantes (aquí una de las explicaciones del por qué de la apostilla publicada, ya que esta postura es netamente de corte Evangélico y no Protestante) es rebautizar a los neoconvertidos. Otra inexactitud tendenciosa. Yo mismo tengo familia que han pasado de la IERE a otra iglesia de corte Pentecostal, concretamente a Asambleas de Dios, y no por ello han sido rebautizados, cosa que si sucede en iglesias Bautistas, pero no por creer que el bautismo romano sea “un formalismo externo que de nada sirve ni nada significa” sino porque en su tradición, el bautismo por inmersión de adultos creyentes es el único método válido, debido a que la palabra para "bautismo" que aparece en el texto griego koiné en el que fue escrito el Nuevo Testamento, baptizein, significa "sumergir, zambullir". Incluso se rebautizan a otros nuevos miembros provenientes de otras iglesias protestantes o evangélicas, por este mismo pensar. (Sola Scriptura) Más bien, esta supuesta costumbre de rebautizar, que puedan tener determinadas tendencias “evangélicas” no se debe a ningún pasaje bíblico (en ninguna parte de La Escritura se hace referencia al rebautismo), sino a una “tradición” propia, denostada al mismo tiempo a otras denominaciones, por el solo afán de mantenerse definitoriamente, lo más lejos posible del catolicismo romano, que es el objetivo inconfesable de algunos.

Por último, reducir el hecho de que la IERE haya reconocido el bautismo mutuo, a la propia pertenencia a la FEREDE, y la final referencia a que ésta es de “principios teológicos protestantes”, es expulsar de un plumazo a la IERE del militarismo histórico protestante, volviendo a colocar a todo el protestantismo español la etiqueta de anti-católico, sin ni siquiera detenerse a una mínima reflexión sincera al respecto.

Por todo ello mi más enérgica repulsa ante tamaño despropósito publicado en tan pocas líneas, que no tiene otro objetivo, según mi opinión, que el de la mera desinformación intencionada y descrédito hacia la IERE, que flaco favor hace a su propia revista y al conjunto del protestantismo español. “¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo?”

José David Amado Lagares – Miembro de la IERE